- En un recipiente pequeño, disuelve la levadura fresca en el agua tibia junto con el azúcar. Deja reposar unos 10 minutos hasta que la mezcla empiece a burbujear.
Mezclar los ingredientes secos:
- En un bol grande, tamiza la harina y agrega la sal. Haz un hueco en el centro de la mezcla.
Añadir la levadura y el aceite:
- Vierte la mezcla de levadura en el hueco de la harina junto con el aceite de oliva. Mezcla todo hasta que se forme una masa.
Amasar la masa:
- En una superficie plana y ligeramente enharinada, amasa la masa durante unos 8-10 minutos, hasta que esté suave y elástica. Si la masa está muy pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero sin pasarte para que no se reseque.
Primer levado:
- Coloca la masa en un bol ligeramente aceitado y cubre con un paño limpio. Deja reposar durante 1 hora o hasta que haya duplicado su tamaño.
Formar los panecillos:
- Tras el primer levado, amasa un poco más para quitar el aire y divide la masa en pequeñas bolitas (aproximadamente del tamaño de una nuez). Forma los panecillos y colócalos en una bandeja de horno previamente enharinada o con papel de horno.
Añadir las semillas de amapola:
- En este paso, puedes añadir las semillas de amapola directamente sobre los panecillos y presionar ligeramente para que se adhieran bien. Si lo prefieres, también puedes pincelar los panecillos con huevo batido antes de espolvorear las semillas para un toque brillante.
Segundo levado:
- Deja que los panecillos reposen durante unos 30 minutos más para que suban.
Hornear:
- Precalienta el horno a 200°C (temperatura ideal para hornear panecillos). Hornea los panecillos durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y al golpear ligeramente la base suene a hueco.
Enfriar y disfrutar:
- Deja enfriar los panecillos sobre una rejilla durante unos minutos antes de servir.
Consejos:
- Si prefieres un panecillo más suave, puedes sustituir parte de la harina de trigo por harina de avena o harina integral.
- Las semillas de amapola también se pueden mezclar en la masa si prefieres que estén distribuidas en todo el panecillo.
- Puedes variar el aceite por mantequilla si deseas un sabor más rico.
Conclusión:
Estos panecillos con semillas de amapola son una opción fantástica y deliciosa para cualquier ocasión. Son perfectos para acompañar una comida, como un aperitivo, o para disfrutar con un poco de mantequilla en el desayuno. ¡Anímate a hacerlos y disfruta de la suavidad y el crujido de las semillas de amapola en cada bocado! 🥯🌿